Panini publica en tomo y en formato 100% Marvel la miniserie Un Mes de vida, que vió la luz en USA hace casi 4 años, dentro de la llamada “Edad Heroica”. Con un equipo creativo para cada uno de los cinco números de la miniserie, “Un mes de vida” nos introduce en los últimos treinta días de Dennis Sykes, un buen samaritano que estuvo en el lugar menos adecuado en el instante mas desafortunado, de forma que las consecuencias de sus actos le llevarán a enfrentarse a una enfermedad terminal. Acompañando a su “verdugo”, la misma acción que le llevará a la muerte le otorga extraordinarios poderes sobre la materia, de tal forma que lo que debía ser una espera tranquila hasta su muerte, se convierte en una aventura con Vengadores y 4F, que incluso le puede llevar a salvar la vida.
Creía yo que los telefilms de sobremesa donde la desgracia y la tristeza campan a sus anchas se quedaban en la pequeña pantalla y, a lo sumo, traspasaban el umbral de la novela rosa. Pero Marvel demuestra que no es así, y en “Un mes de vida” tenemos el compendio de tramas destinadas a la lágrima fácil: Sobrina huérfana que no se adapta a la vida con el pobre Dennis y su novia, un trabajo gris y lleno de frustraciones, una enfermedad terminal…y todo los clichés que puedas imaginar. Ni la aparición de Vengadores y 4F tienen sentido alguno, mas si cabe cuando lees el demencial final donde tenemos el apoteosis telefilmero dominical de sobremesa. Nombres como Rick Remender, John Ostrander o Stuart Moore deberían pensarse antes de aceptar encargos como éste.
Lo siento por el pobre Dennis Sykes, cuya efímera presencia en el Universo Marvel no dejará huella alguna.